El Parque Regional de Sierra Espuña, con una extensión de más de 25.000 ha. y varias cumbres por encima de los 1.500 metros de altitud, constituye sin duda uno de los espacios naturales de montaña más relevantes y valiosos de la Región de Murcia. No se trata de una sierra lineal, sino de un macizo montañoso con diferentes montañas, que a su vez dan lugar un buen número de pequeños valles e intrincados barrancos.
La ruta que realizamos en esta ocasión nos lleva a conocer algunos de los puntos más destacados de Sierra Espuña, como la famosa Senda del Caracol, o los picos del Morrón de Alhama y la Morra de las Moscas. Sin duda una excelente actividad de senderismo en montaña, tanto para quienes buscan una primera toma de contacto con este fantástico espacio natural, como para quienes ya lo conocen y quieren realizar una actividad exigente.
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ToggleResumen de la ruta
Foto inferior: panorámica de Sierra Espuña, con el Morrón de Alhama (1.444 m.) en primer término.
En esta primera toma de contacto con Sierra Espuña, vamos a realizar una ruta circular que nos llevará hasta lo más alto del Morrón de Alhama (1.444 m.), pasando previamente por la Morra de las Moscas (1.507 m.). La ida la haremos por el Valle de Leiva, y el regreso por la Senda del Caracol. Empezamos!
La ficha técnica
- Fecha: 25 de Marzo de 2012
- Recorrido circular
- Inicio/fin: Centro de visitantes Ricardo Codorníu
- Distancia: 24 km
- Desnivel positivo aproximado: 1.100 metros
- Dificultad física: media/alta
- Dificultad técnica: fácil
- Track en wikiloc
Crónica de la ruta en Sierra Espuña
Una vez más me pongo en manos de mi buen amigo Fran de ASM, para acercarnos a descubrir (en mi caso) uno de los espacios naturales más bellos de la Región de Murcia. Desde Murcia nos desplazamos hasta Alhama de Murcia, punto donde tomamos el desvío que nos conduce hasta el Centro de Visitantes Ricardo Codorníu, que lleva este nombre en honor a uno de los máximos defensores del paraje.
Merece la pena conocer, aunque sea muy brevemente, la vida de este ingeniero de montes, promotor de la reforestación de Sierra Espuña. Gracias a él, hoy en día podemos disfrutar de la impresionante masa forestal que cubre buena parte de la extensión del parque regional.
Iniciamos pues la ruta en el Centro de Visitantes, desde donde podemos consultar la información de los diferentes senderos que comienzan en este punto. Nosotros tomamos la Senda de los Siete Hermanos. Pasamos por el collado del mismo nombre, donde hace unos años crecían los siete cipreses que dan nombre a la senda. Un suave descenso y posterior ascenso nos conduce, siempre a la sombra de los pinos, hasta el Área Recreativa de La Perdiz.
Tomamos en este punto la Senda de los Dinosaurios, llamada así por unas curiosas marcas que pueden encontrarse en una roca junto a este puente colgante…
La Senda de los Dinosaurios nos llevará hasta una pista forestal que asciende por el Valle o Barranco de Leiva. A nuestra derecha quedan unas impresionantes paredes verticales, delicia de los escaladores de la región.
¿Podéis ver a las dos personas en la foto inferior?
Continuamos ascendiendo por la pista forestal, siempre al abrigo de un impresionante bosque de pinos. A nuestra izquierda, entre los árboles, asoma tímidamente el Morrón de Alhama. Allá arriba se intuye la Senda del Caracol, por la que haremos el regreso.
Cuando la pista forestal comienza a zigzaguear, nos desviamos por una senda a la izquierda, que nos conduce hasta el primero de los pozos de nieve que veremos en el día de hoy: se trata del Pozo de Alhama. Continuamos ascendiendo por la senda, y alcanzamos el Collado Blanco, punto donde la senda se une nuevamente a la pista forestal.
En este punto, tengo que decir que me llevé una grata sorpresa. Se produce un cambio radical en el paisaje: salimos de la masa arbórea, y llegamos a una “nueva Sierra Espuña”: la que nos muestra su cara más montañera, agreste y, si me permitís la licencia, de alta montaña.
Volviendo la vista atrás, aparece el Barranco de Leiva, con sus impresionantes paredes verticales. Al otro lado del barranco tenemos el Morrón de Alhama, cubierto parcialmente por una delgada capa de nieve. Una visión espectacular, muy, muy hermosa.
Tenemos también vistas hacia las Casas de Prado Mayor, un hermoso altiplano escondido entre las cumbres de Sierra Espuña.
A la izquierda de Prado Mayor aparecen los Morroncicos. Toda esta parte de la sierra me recuerda a mi querida Serrella, por la escasez de arbolado y el marcado carácter rocoso…
Después de reponer fuerzas disfrutando de las impresionantes vistas, dejamos atrás Collado Blanco y continuamos ascendiendo en dirección a los Pozos de Murcia.
Los Pozos de Murcia datan de finales del Siglo XVI, y se encuentran en un pequeño altiplano, a más de 1.300 metros de altura. Cuando los alcanzamos, la presencia de nieve en el lugar nos confirma la buena elección de la ubicación de los neveros. Cuesta imaginar cómo sería el transporte del hielo desde aquí arriba hasta las principales ciudades de la región, a varias decenas de kilómetros.
Continuamos ascendiendo en dirección al siguiente hito de la ruta. Volviendo la vista atrás divisamos perfectamente el altiplano en el que se asientan los Pozos de Murcia. Al fondo aparece el Morrón de Espuña, punto más alto del macizo, con 1.583 metros (al final del post tenéis un enlace con los picos más importantes de la sierra).
Siguiendo la senda que parte desde los Pozos de Murcia, y tras cruzar un par de barrancos, ascendemos en dirección al cordal de la sierra. Lo alcanzamos más o menos a mitad de camino entre el Morrón de Alhama y la Morra de las Moscas, poniendo rumbo hacia esta última. En este punto avistamos a los arruis, que viven en esta parte de la sierra.
Alcanzamos el pico, también conocido como Majal del Puerco, de 1.507 metros de altura, el punto más alto en la ruta de hoy.
Desde aquí, simplemente tenemos que continuar por el cordal en dirección al Morrón de Alhama. Después de un leve descenso y una pequeña trepada, alcanzamos el pico, también conocido como Morrón Chico, de 1.444 metros de altura, y que en esta ocasión sí que cuenta con vértice geodésico.
Las vistas desde aquí arriba son impresionantes, con una gran sensación de verticalidad mirando en dirección al Área Recreativa de la Perdiz. No hemos tenido mucha suerte con la visibilidad, pero sin duda en un día claro alcanzaríamos a ver las montañas más altas de Alicante, como el Puig Campana. Fran me comenta que también se puede ver perfectamente el mar desde aquí arriba.
(Próximamente actualizaré el artículo con los vídeos grabados desde diferentes puntos de la sierra, incluyendo las vistas desde el Morrón de Alhama).
Antes de abandonar la cumbre, una última instantánea en dirección al Morrón de Espuña, con su cumbre ocupada por las instalaciones militares, de forma semejante a como ocurre en Alicante con la Sierra de Aitana…
Regresamos hasta el Collado Piojo, punto donde se encuentra la bifurcación para tomar la Senda del Caracol, por la que vamos a realizar el descenso. Al fondo aparecen ya las impresionantes paredes verticales del Barranco de Leiva.
La Senda del Caracol recibe este nombre por los larguísimos zig-zags que encontramos en su recorrido. Se trata de una senda construida con motivo de la reforestación en Sierra Espuña, promovida por Ricardo Codorníu, a finales del siglo XIX y principios del XX.
Esta senda centenaria constituye un precioso legado y patrimonio natural y cultural, tanto por la senda en sí misma, como por la belleza y fragilidad del entorno en que se encuentra. Fran me comenta con tristeza y preocupación que en los últimos años, con la afluencia masiva de senderistas, el trazado se ha visto deteriorado en gran medida.
Así que os pido que, si pasáis por la Senda del Caracol, respetéis el trazado original en zig-zag. El hecho de tomar atajos supone la progresiva destrucción de las terrazas construidas para evitar que el agua arrastre la tierra y rocas en este lugar, sometido a una fuerte erosión. Seguro que las generaciones futuras (y las presentes) os los agradecerán. Gracias.
Estamos sin duda en una de las partes más hermosas de toda la ruta. Personalmente, me dejó muy impresionado.
La senda va bordeando el Morrón de Alhama, descendiendo lentamente. En algunos tramos nos encontramos con balcones naturales de vértigo, con unas vistas sobrecogedoras.
Una vez finalizada la Senda el Caracol, alcanzamos un cortafuegos, donde tomamos un sendero que, en fuerte descenso, nos conduce de nuevo hasta la Senda de los Dinosaurios. Realizamos el regreso al Centro de Visitantes por el mismo camino de la ida.
Para finalizar, comentar que esta ruta por Sierra Espuña se ha convertido, por méritos propios, en mi favorita (hasta el momento) de la Región de Murcia. Volveremos…
Enlaces de interés
- Red de senderos naturales de la Región de Murcia
- Mancomunidad Turística de Sierra Espuña
- Alturas más importantes de Sierra Espuña