La Sierra de las Cabras, en el extremo sur de la provincia de Albacete, es un macizo montañoso con varias cumbres que superan —por poco— la cota de los dos mil metros de altitud, convirtiéndose así en el techo de este cantón de Castilla la Mancha.
Esta sierra de carácter agreste, protegida bajo la figura de Reserva Natural, emerge al norte del Altiplano Granadino, convirtiéndose en un magnífico mirador hacia cumbres cercanas como Revolcadores o La Sagra, así como hacia otras algo más distantes como Tornajuelos (Sierra Seca) o incluso el pico Empanadas (Sierra de Castril / Segura).
Uno de los aspectos más destacados del paisaje en el que nos adentramos es su carácter remoto y poco alterado, alejado de grandes núcleos de población, hecho que le confiere características tan singulares como contar con uno de los cielos nocturnos más limpios de toda Europa. Sin duda, un auténtico tesoro a preservar.
Si decides seguir nuestros pasos hacia esta cumbre, te animamos a hacerlo con el máximo respeto y admiración, siendo consciente de la singularidad de esta región y su elevado valor medioambiental. ¡Gracias por dejar este lugar mejor de lo que lo encontraste! 🙏💚
Reserva Natural Sierra de las Cabras
La Reserva Natural Sierra de las Cabras se ubica en el extremo sur de la provincia de Albacete, en esa especie de cuña que dibujan los caprichosos límites administrativos, adentrándose en un paisaje rural a caballo entre Jaén, Granada y Murcia.
Es aquí, en este precioso rinconcito apartado del mundo y perteneciente al municipio de Nerpio (Albacete) donde este macizo montañoso se alza por encima de los dos mil metros para convertirse así en el techo de la provincia de Albacete.
La Sierra de las Cabras cuenta con varios picos que superan o rozan los 2.000 metros de altitud, como son el pico de La Atalaya (2083 m.), Las Cabras (2080 m.) —que alberga el vértice geodésico—, el pico Calderón (2055 m.) o el Cagasero (2043 m.).
Las Cabras es una sierra con muy poca intervención humana y está declarada Reserva Natural, merced a sus elevados valores ambientales y geológicos, siendo refugio de fauna para aves —buitre leonado, águila real— y mamíferos —destaca la cabra montés—, así como albergando una destacada riqueza botánica, con al menos 36 especies catalogadas como amenazadas y 10 comunidades vegetales consideradas Hábitat de Protección Especial.
Por todo ello, es nuestra responsabilidad como montañeros y amantes de la naturaleza proceder con el máximo respeto para no alterar el delicado equilibro de este espacio natural tan singular.
Alojamiento Recomendado
Una vez más, partimos desde Elche/Alicante y ponemos rumbo a Puebla de Don Fadrique, que será nuestro campo base en esta nueva escapada por tierras de Granada/Albacete. Disfrutamos con el turismo slow y responsable. Para ello nada, mejor que pasar al menos una noche en nuestro destino (mejor si son dos o más).
En esta ocasión reservamos el Apartamento nº 6 en Raízes 22, un alojamiento rural de reciente creación (2024) que cuenta con varios espacios independientes de diferentes capacidades, pudiendo acoger tanto a parejas como a familias o grupos de amigos.
Bea y Dani han cuidado cada detalle de la decoración y el equipamiento, haciendo que los apartamentos sean coquetos, cómodos y muy acogedores, además de muy bien equipados.
Ambos nos recibieron y nos hicieron sentir como en casa, por lo que sin duda podemos afirmar que recomendamos 100% este alojamiento, el cual vemos especialmente indicado para familias. ¡Se nos hizo corto pasar solo una noche!
Subida a La Atalaya, techo de Albacete
Un poco de contexto…
Hace apenas un par de meses que estuvimos en Revolcadores, el techo de la Región de Murcia y la montaña que supuso el inicio de nuestro periplo por esta preciosa porción del mundo, a caballo entre Albacete, Granada y Murcia.
Y lo cierto es que, desde la primera vez, este paisaje tan puro, tan inmaculado, salpicado de imponentes cumbres y encantadores pueblos, nos ha robado el corazón. Tanto es así que, después ascender al Obispo y a la mítica Sagra, ponemos rumbo una vez más a Puebla de Don Fadrique con el objetivo de dejarnos conquistar por un nuevo dosmil.
Salimos sábado por la tarde de Elche-Alicante, así que la idea es llegar tranquilamente a nuestro alojamiento en La Puebla y descansar hasta el día siguiente, con el objetivo puesto en la Sierra de las Cabras, techo de Albacete.
Pero, de camino, nos damos cuenta de que vamos bien de tiempo, y una idea comienza a rondar en nuestras cabecitas: ¿y si nos marcamos un “tardeo“? Dicho y hecho: en El Entredicho nos desviamos hacia Cañada de la Cruz y desde allí hacia Fuente de la Carrasca, punto de inicio de la subida a Las Cabras.
Preámbulo
La idea inicial era hacer un recorrido circular coronando diferentes cumbres de la sierra: La Atalaya (el verdadero techo de Albacete, por apenas 3-4 metros de diferencia), Las Cabras y Cagasero.
Comenzando la ruta pasadas las 7 de la tarde, somos conscientes de que vamos a ir muy justos de tiempo para acabar a una hora “razonable”. Contamos con que haremos de noche la bajada. No hay problema, pues tanto Noelia como yo hemos traído nuestros frontales y la ruta no presenta una dificultad especialmente alta.
Comenzada la ruta, ya antes de llegar a La Atalaya fuimos conscientes de que íbamos muy mal de tiempo y teníamos claro que haríamos la vuelta por el mismo camino, de forma que la ruta circular quedaría pendiente para otra ocasión.
No obstante, una vez de regreso en el coche, ambos coincidimos en que había sido decisión acertada realizar la ruta por la tarde y contar así con toda la jornada “libre” al día siguiente.
Descripción de la Ruta
Descartando la ruta circular por falta de tiempo, optamos por hacer una ruta de ida y vuelta ascendiendo al pico de La Atalaya (2083 m.) desde el pequeño caserío de Fuente de la Carrasca (Nerpio).
Algo a destacar de esta ruta es lo pedregoso del terreno y lo poco definida que está la senda en la mayor parte del recorrido. Tendremos que exprimir al máximo el sentido montañero para ser capaces de seguir todos los hitos de piedra que, afortunadamente, balizan el camino. La subida es básicamente un “to tieso p’arriba” hasta el pico Calderón (2055 m.) y desde allí una travesía a La Atalaya.
Saliendo del pueblo y tras pasar una fuente-abrevadero, la primera parte de la subida discurre por una zona de matorral, muy pedregosa. Pasamos junto a un antiguo refugio de pastores que merece la pena visitar.
Algo más arriba nos adentramos en el pinar y la senda se vuelve un poco más amable y fácil de seguir. Ganando altura, salimos del bosque y comienza una zona más rocosa que nos llevará hasta la Piedra de los Enamorados, donde ganamos vistas hacia la vertiente norte de la sierra.
Continuamos hacia el pico Calderón por la parte más técnica de la ruta (sin grandes dificultades), donde de nuevo es fácil perder el camino. Una vez coronada esta primera cima, se extiende ante nosotros una planicie esculpida por el modelado kárstico que asciende suavemente hasta La Atalaya. En la cumbre no hay vértice geodésico pero sí un montón de piedras donde alguien ha rotulado el nombre y altitud de la cota: 2084 m.
En la cima coincidimos con unos simpáticos montañeros de Bullas que van a vivaquear aquí arriba. Nosotros nos abrigamos, comemos algo y disfrutamos de las mágicas luces del atardecer resguardados del fresco viento que sopla del norte.
Tras algunas fotos, toca emprender el regreso. Muy a nuestro pesar, esta vez lo haremos por el mismo camino. ¡Prometemos regresar a la Sierra de las Cabras!
Ficha de la Ruta
- Dificultad: Media / Alta (según condiciones)
- Esfuerzo necesario: Moderado
- Sendero: muy poco definido
- Ruta Lineal
- Distancia: 5,5 km
- Desnivel: +580 metros
- Tiempo estimado: 4 horas
- Climatología: ojo, es un dosmil y se nota
Track para GPS
Te dejamos por aquí el track de nuestra ruta en la Sierra de las Cabras vía wikiloc. Como dispositivo de grabación usamos en esta ocasión el reloj GPS Suunto Vertical.
